In a statement released in the capital, the United Nations Children’s Fund (Unicef) indicated that civilians fled their homes in the midst of armed clashes between the army and the insurgent March 23 Movement (M23) in the provinces of Ituri, North Kivu and South Kivu.
Quoted by the media, the agency’s own director, Caterine Russel, declared before the United Nations Security Council that at the height of the conflict this year in eastern DRC a child was raped every half hour, on average.
Unicef recently warned that minors could represent 45% of the almost 10,000 cases of rape and sexual violence in the Democratic Republic of Congo (DRC) last January and February.
The spokesman of this entity, James Elder, expressed, in this sense, that the statistics reflect that sexual violence, especially against girls, is used as “a weapon of war and a deliberate tactic of terror to destroy families and communities”.
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Aumentan desplazados en República Democrática del Congo
Kinshasa, 17 abr (Prensa Latina) Unicef denunció hoy que más de un millón de personas, entre ellas unos 400 mil niños, resultaron desplazadas en el este de la República Democrática del Congo (RDC) en lo que va de año por la violencia reinante.
A través de un comunicado difundido en esta capital, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indicó que los civiles abandonaron sus hogares en medio de los choques armados entre el Ejército y el insurgente Movimiento 23 de Marzo (M23) en las provincias de Ituri, Kivu Norte y Kivu Sur.
Citada por medios de prensa, la propia directora del organismo, Caterine Russel, declaró ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que en los momentos de más intensidad del conflicto este año en el este de la RDC un niño resultó violado cada media hora, como promedio.
Recientemente Unicef advirtió que los menores podrían representar el 45 por ciento de los casi 10 mil casos de violación y violencia sexual en la República Democrática del Congo (RDC) durante enero y febrero pasados.
El portavoz de ese ente, James Elder, expresó, en ese sentido, que la estadística refleja que la violencia sexual, sobre todo contra niñas, se emplea como “un arma de guerra y una táctica deliberada de terror para destruir familias y comunidades”.
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