As explained by the expert from the center of mass spectrometry of the Institute of Chemical Biology and Fundamental Medicine in Novosibirsk in an interview for the agency Sputnik, it was detected that in protein solution systems expand at low temperatures.
This allows the area of interaction with the ice to widen and thus prevent its growth, or change the shape of ice crystals to be less destructive, enabling living organisms to avoid cellular damage when the water freezes,” Baránova explained.
Further study of this protein structure, in particular, to understand which amino acid residues interact with ice will allow in the future to synthesize an artificial antifreeze protein that prevents the damage resulting from thawing.
“That opens up ample opportunities for cryopreservation of cells, tissues and organs, long-term food preservation without compromising quality, and development of antifreezes for aerospace, solar panels and wind turbines,” she said.
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Científicos rusos avanzan en mecanismos de criopreservación
Moscú, 13 dic (Prensa Latina) Investigadores rusos descubrieron un mecanismo que permite a proteínas anticongelantes sobrevivir a temperaturas gélidas, avance que podría facilitar la criopreservación, informó hoy la investigadora Svetlana Baránova.
Según explicó la experta del centro de espectrometría de masas del Instituto de Biología Química y Medicina Fundamental de Novosibirsk en entrevista para la agencia Sputnik, se detectó que en una solución proteica los sistemas se expanden a bajas temperaturas.
Esto permite que se ensanche el área de interacción con el hielo e impiden así su crecimiento, o cambian la forma de cristales de hielo para que resulte menos destructiva, lo que posibilita a organismos vivos evitar daños celulares cuando el agua se congela”, explicó Baránova.
Un estudio más a fondo de esa estructura proteica, en particular, para comprender qué restos de aminoácidos interactúan con el hielo permitirá en el futuro sintetizar una proteína anticongelante artificial que evite los daños resultantes de la descongelación.
“Eso abre amplias oportunidades para la criopreservación de células, tejidos y órganos, larga conservación de alimentos sin perjuicio de calidad y desarrollo de anticongelantes para naves aeroespaciales, paneles solares y turbinas eólicas”, señaló la investigadora.
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