“Without drinking water many will die. The constant (Israeli) bombing and restrictions on materials and fuel are preventing critical advances,” she denounced in a statement, adding that “minors and their families use unsafe sources that are highly salty or contaminated, without drinking water, many will die of deprivation and illness in the coming days,” she stressed.
According to UNICEF estimates, displaced children in the south of the Strip only have access to between 1.5 and 2 liters of water a day, well below the recommended needs to survive, she stressed, and recalled that, according to the humanitarian standards, the minimum amount of water needed in an emergency is 15 liters, which includes water for drinking, washing and cooking.
Russell highlighted that hundreds of thousands of internally displaced people, half of whom are children, have arrived in Rafah since early December and are in desperate need of food, water, shelter, medicine and protection.
“The resumption of hostilities, together with the lack of power supply, fuel shortages, restricted access and damage to infrastructure, means that at least 50 percent of water, sanitation and hygiene facilities are damaged or destroyed,” she lamented.
The executive officer warned that the impact on minors is particularly dramatic because they are more susceptible to dehydration, diarrhea, illness and malnutrition, all of which can become a threat to their survival.
“We are doing everything we can to meet the needs of the people of Gaza, but the equipment and supplies we have managed to provide are far from enough,” she said.
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Unicef alertó sobre crisis hídrica en Gaza por agresión israelí
Ramala, 20 dic (Prensa Latina) El acceso a suficiente agua potable es una cuestión de vida o muerte, y los niños de la Franja de Gaza apenas tienen una gota para beber, advirtió la directora ejecutiva de la Unicef, Catherine Russell.
“Sin agua potable muchos morirán. Los bombardeos (israelíes) constantes y las restricciones sobre materiales y combustible están impidiendo avances críticos”, denunció la funcionaria en un comunicado. “Los menores y sus familias usan fuentes inseguras que están altamente saladas o contaminadas, sin agua potable, muchos morirán de privaciones y enfermedades en los próximos días”, recalcó.
Según estimaciones de Unicef, los infantes desplazados en el sur de la Franja solo tienen acceso a entre 1,5 y 2 litros de agua al día, muy por debajo de las necesidades recomendadas para sobrevivir, subrayó, y recordó que, de acuerdo con las normas humanitarias, la cantidad mínima de agua necesaria en una emergencia es de 15 litros, que incluye agua para beber, lavar y cocinar.
Rusell destacó que cientos de miles de desplazados internos, la mitad de los cuales se estima que son niños, llegaron a Rafah desde principios de diciembre y necesitan desesperadamente alimentos, agua, refugio, medicinas y protección.
“La reanudación de las hostilidades, junto con la falta de suministro de energía, la escasez de combustible, el acceso restringido y los daños a la infraestructura, significa que al menos el 50 por ciento de las instalaciones de agua, saneamiento e higiene están dañadas o destruidas”, lamentó.
La funcionaria advirtió que el impacto en los menores es particularmente dramático porque son más susceptibles a la deshidratación, la diarrea, las enfermedades y la desnutrición, todo lo cual puede convertirse en una amenaza para su supervivencia.
“Hacemos todo lo posible para satisfacer las necesidades de la población de Gaza, pero el equipo y los suministros que hemos conseguido proporcionar están lejos de ser suficientes”, indicó.