The Israeli Information Center for Human Rights in the Occupied Palestinian Territories (B’Tselem) criticized the project to expel families living in several villages in the Masafer Yatta area, south of the city of Hebron, stating that in the next few days those people will receive notices to move out of their homes.
‘The announcement actually comes after years of the occupying state harassing them in various ways to make their lives unbearable, hoping that they would leave on their own,’ B’Tselem criticized.
The institution also stressed that as part of the strategy, Israel has always prevented these villages from connecting to infrastructure networks such as water and electricity, as well as from building homes and public buildings.
In the early 1980s, Masafer Yatta was designated a no-go Israeli military training area and has been known ever since as Firing Zone 918.
According to the United Nations Agency for Humanitarian Affairs, there are 215 Palestinian households in the region, totaling some 1,150 people, including 569 minors.
In May 2022, the Israeli Supreme Court ruled that the country “has the authority to declare the region a fire zone, and that its inhabitants are not permanent residents.” In response, B’Tselem asked the International Criminal Court in The Hague for its urgent intervention to stop the forced displacement of these people.
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Consideran un crimen de guerra desplazamiento forzoso de palestinos
Tel Aviv, 4 ene (Prensa Latina) La organización no gubernamental (ONG) israelí B’Tselem advirtió que los planes del gobierno de Tel Aviv para desplazar por la fuerza a unos mil palestinos en la ocupada Cisjordania es un crimen de guerra.
El Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados (B’Tselem) criticó el proyecto para expulsar a las familias que viven en varias aldeas en la zona de Masafer Yatta, al sur de la ciudad de Hebrón, y afirmó que en los próximos días esas personas recibirán avisos para desalojar sus viviendas.
‘El anuncio en realidad se produce después de años en que el Estado ocupante los ha hostigado de diversas maneras para hacerles la vida insoportable, con la esperanza de que se vayan solos’, criticó.
Como parte de esa estrategia, subrayó, Israel siempre les impidió a esas aldeas conectarse a redes de infraestructura como agua y electricidad, así como construir viviendas y edificios públicos.
A principios de la década de 1980, Masafer Yatta fue designada área militar israelí prohibida, destinada a entrenamientos, y desde entonces se la conoce como Zona de Tiro 918.
Según la Agencia de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, en la región hay 215 hogares palestinos, que suman unas mil 150 personas, incluidos 569 menores de edad.
En mayo de 2022, la Corte Suprema de Israel decisión que el país ‘tiene autoridad para declarar la región como zona de fuego, y que sus habitantes no son residentes permanentes’. En respuesta, B’Tselem solicitó a la Corte Penal Internacional en La Haya su intervención urgente para detener el desplazamiento forzoso de esas personas.
